Lápiz yo te digo
mi fiel y afilado amigo,
tu nombre fue llano ejemplo
donde ponerte el acento.
Contigo el tamaño no importó,
más corto o más largo,
siempre cumpliste tu función.
Mi mano zurda te escogió,
contigo aprendí a escribir, a dibujar,
a expresarme y a equivocarme.
Esqueleto de mis ideas,
cómplice de mi ortografía.
Pulcro sobre cualquier superficie,
nunca mis manos manchaste
ni tampoco en mi boca entraste.
Incluso mi nombre llevaste puesto
para que otros no se quedasen contigo.
Recuerdo de mi infancia
y presente de mi retorno,
escribo esto sin ti por una vez
porque así me lo han pedido,
y para darte mi reconocimiento.
Sergio Ramírez López, N2A
