El viaje lo hice con mis amigas, salimos desde Madrid en coche y tardamos al rededor de cuatro horas y media, son 460 km aproximadamente.
Lo primero que me encantó, en cuanto entramos en Aragón, fue su precioso paisaje rocoso, con mucho
verde y montañas preciosas. Es verdad que había niebla, lo cual todavía hacia mas hermosas las vistas, la
niebla tapaba parte de las montañas y era un espectáculo verlo al pasar con el coche.
Al día siguiente visitamos Formigal a 26 km de distancia. Nos hizo un día bastante feo y lluvioso, y de
hecho, nos cancelaron la actividad a la que íbamos súper emocionadas: la TIROLINA MÁS RÁPIDA
DEL MUNDO, pero eso no nos impidió ponernos nuestros chubasqueros, abrigos, botas de montaña y
salir a ver lo precioso que es Formigal.
Paseamos, vimos unas cascadas y unos ríos preciosos y terminamos comiendo en un restaurante de lo más
acogedor y con las mejores vistas que podríamos tener. La compañía era inmejorable.
Al día siguiente nos amaneció con un sol y un día espectacular, lo cual nos permitió ir a nuestra tirolina y
disfrutar de esa mañana.
Llegamos a la tirolina. Nos vinieron a recoger en jeep desde el punto de partida, la tirolina estaba a 1600
metros y teníamos que subir sí o sí en coche. Antes de subir al jeep nos prepararon con el equipamiento y
cascos adecuados para tener una de las mejores experiencias de mi vida y...volar.
Fue una experiencia increíble, volando a mas de 140 km por hora, deleitándome con el precioso paisaje
que pasaba por debajo de mí: veía montañas con un verde frondoso, un río con un caudal inmenso que
bajaba con fuerza, las nubes a mi alcance...y frío, notaba el aire frío y renovador en la cara y las manos.
El
mejor de mis vuelos.
Concluyo aconsejando a todo el que pueda, que no se lo piense y que acuda a este destino tan precioso y lleno de
actividades al aire libre.
Sin duda...repetiré.
Noemí Alonso N2 AT