Quisiera comentar varias cosas que me han impactado profundamente
por diversos motivos.
1-El primero es el de Ángel Hernández que ha ayudado a morir
a su mujer enferma. Cuando salen a la luz este tipo de casos enseguida dan pie
a opiniones, debates, opinan los políticos, opina la Iglesia…en fin. Yo no voy
a entrar en nada que no sea dar mi opinión.
Mª José Carrasco y Ángel Hernández |
A mí me ha conmovido profundamente la historia, no se me
ocurriría juzgar este caso y menos condenarlo. Por lo que parece la mujer
llevaba enferma alrededor de treinta años y el marido al pie del cañón con
ella. Viviendo o sobreviviendo los dos como podían. Siento asombro, admiración y solo veo una entrañable
y emotiva historia de amor.
Considero que hay que respetar como se quiere morir. Me
parece que no hay nada más íntimo y personal que la forma en la que queremos
vivir, y por supuesto, en la que
queremos morir.
¿Reto viral absurdo o tortura? |
2-Me quedo a cuadros con los llamados “retos virales”. Es
que no entiendo nada. Hablaré en concreto de uno, pero podría ser cualquier
otro. Les une lo absurdo y macabro.
Se llama “abecedario del diablo” y ha ocurrido en un
instituto de Asturias. Las alarmas han saltado al detectarse como cuarenta
casos de lesiones profundas e importantes en manos y muñecas en alumnos de 1º
de ESO, marcas del dichoso reto, uno más que se suma a los retos que ya han
llegado a provocar suicidios en todo el mundo.
Podría explicar cómo funciona este “juego”, pero da igual,
eso no es lo importante. Aunque parece ser que es una especie de ritual para
entrar a formar parte de un grupo. Para mí lo aterrador es que se haga. Que
unos chavales se sometan a torturas físicas para ser aceptados por los demás. O
hacerse una foto de las heridas y subirlas a Instagram con el mensaje “reto conseguido”. Me parece
demencial. No sé a vosotros, a mí desde luego me da mucho miedo.
Suicidio adolescente |
3-Dolida, perpleja, indignada. Así me siento después de leer
esta noticia. El suicidio de un adolescente de dieciséis años al parecer porque sufría
bullying, aunque también se dice que no hay indicios de esto y que podría haber
otras causas.
Bueno, quizá no se sepa de momento la razón real, pero a mí
el hecho de que un chico de dieciséis años se quite la vida me impresiona muchísimo y
me pone los pelos de punta. Me parece lo suficientemente importante para que se
investigue a fondo los motivos, que me imagino es lo que se estará haciendo.
En cualquier caso, sea el motivo que sea me produce una
inmensa tristeza, y espero y deseo, que no sea una muerte que se pudiera haber
evitado tomando medidas oportunas, porque entonces la situación me parecería
grave, muy grave.
Mercedes Vinuesa N2 DA1