lunes, 7 de junio de 2021

 TESTIMONIO DE PASO POR EL CEPA DE PATRICIA CASTRO PALOMINO

Desde aquí damos la gracias a Patricia Santiago, alumna de nivel 2 que este año ha titulado con nosotros, no sin esfuerzo y entrega y que amablemente nos cuenta su experiencia en este post "Soy mi mejor versión"

¡Gracias Patricia!

Mi nombre es Patricia, tengo 28 años y estoy aquí para que conozcas un poquito más de cerca mi historia personal, mi vivencia en el centro y poder, así, darte el empujón que te falta para matricularte.


Verás, yo actualmente soy conductora de autobuses y trabajo de ello. Llevo 10 años metida en esta jungla que llamamos ‘el mundo laboral’ y a base de tropiezos, he entendido que la situación ahí fuera ya es lo bastante difícil como para permitirte el gusto de no tener ninguna preparación académica. No te miento cuando te digo que, por suerte, no me ha faltado el trabajo pero entenderás que las ofertas de empleo que tenemos al alcance no es el trabajo soñado; por tiempo, por remuneración o por condiciones. Y si tenemos soluciones al alcance de nuestra mano, ¿por qué no hacerlo?

Yo, personalmente, tenía que cursar lo que aquí es denominado EL NIVEL 2 (correspondiente a 3º y 4º de la ESO) y consta de un solo año. Hace unos meses, decidí que el rumbo que debía tomar mi vida era opositar y, por tanto, necesitaba terminar mi formación para titular y lograr ser graduada en Educación Secundaria. Fueron días de muchas dudas, miedos, sentimientos encontrados... y, es que, yo sabía que matricularme era mi mejor decisión pero eso no quita que me diese miedo enfrentarme a un entorno nuevo y tan diferente a lo que ya estaba acostumbrada como es volver a un aula, profesores, compañeros, deberes y exámenes. Fuera de mi zona confort.

Finalmente, me decidí a llamar por teléfono y, para mi sorpresa, podía matricularme ese mismo día si así lo deseaba. Digo esto, porque años atrás cuando terminé el instituto no fue posible cursarlo debido a la alta demanda que había en ese momento. Entenderás que, una vez yo tenía la idea casi decidida, encontrarme que al otro lado del teléfono me daban las facilidades para terminar de dar el paso fue una señal y, sin dudarlo más, decidí tirarme a la piscina.

¡Y qué tonta fui!, pienso ahora, porque los miedos se iban de un plumazo por momentos. Esa misma tarde fui en cuanto terminé de trabajar y me matriculé. Allí me encontré con Sergio, que no era quien me había atendido al teléfono pero me trató con el mismo cariño y la misma comprensión. Mientras él preparaba el papeleo, yo era un manojo de nervios con muchas preguntas por resolver. Elegimos el grupo que mejor se adaptaba a mis horarios y sí, ya era hora de firmar. Y firmé, temblorosa y emocionada pero firmé. Ese resguardo de matrícula era la inscripción a mi nueva vida; donde me iban a formar para, una vez conseguirlo, tener a mi alcance todo un abanico de posibilidades y poder terminar de crecer como persona y mujer.

Era miércoles por la tarde y ese viernes por la mañana ya iba a ser mi primera clase. Me puse en contacto de antemano con mis profesores para presentarme y que supiesen de mi llegada, ya que el curso ya había empezado y mi incorporación era a posteriori, y ellos continuaron haciendo desaparecer mis miedos. El recibimiento fue increíble, me guiaron en todo lo que necesitaba para paso a paso poder ponerme al nivel de la clase, y así fue. Mis compañeros terminaron de hacer el resto. Este año, a pesar de todo, el grupo era reducido y no éramos tantos como puedas imaginar pero logramos hacer piña, ayudarnos unos a otros y darnos la mano en cada nuevo reto que nos planteaban. Tan diferentes entre nosotros pero con un mismo objetivo, cada cual saltando sus propias vallas: trabajos, familias, responsabilidades...

 Ahora, te escribo desde mi propia experiencia porque el curso ha terminado y he aprobado.

Ha sido una carrera de fondo que debes prepararte pero, sin duda, te animo a que vayas a pedir información, a que resuelvas todas tus dudas y tus miedos, a que te lances a la misma piscina que me lancé yo porque te aseguro que no te ahogarás y cuando termines, el sentimiento de agradecimiento, confort, superación y orgullo que tendrás es indescriptible. Termino esta etapa tal y como la empecé, emocionada y nerviosa, porque me da pena que se acabe. Ojalá hubiese podido ver por un agujerito a quienes iba a conocer (compañeros y profesores), lo que esto me iba a aportar y el crecimiento personal tan intenso que me iba a suponer. No soy la misma Patricia que empezó porque ahora, sin duda, soy mi mejor versión. Y entonces sí, ese abanico de posibilidades se abre y una nueva vida comienza y esta vez, como tú quieras. 


1 comentario:

  1. Mi enhorabuena, a mi me paso igual estaba cagada de miedo y de dudas,pero conseguí sacarlo hay grandes personas en el cepa.despues decidí hacer un grado medio de auxiliar de enfermería y también lo saqué animo a todo el mundo que no dude en hacer su matricula en el cepa te recibirán con los brazos abiertos

    ResponderEliminar

Entradas destacadas