miércoles, 20 de febrero de 2019

Ya tenemos logotipo y portada para el V concurso INTERCEPA de lectura

Hola a todos, se ha fallado el concurso de logotipos realizados por los alumnos de Nivel 2 Tecnológico. Ha habido 114 votos, por lo que agradecemos vuestra participación.
El primer logotipo seleccionado ha conseguido 28 votos.
El segundo seleccionado ha obtenido 22  y el tercero 11 votos.
Esta imagen será la que adorne el libreto del concurso.
Aquí os los compartimos.
¡Enhorabuena!

miércoles, 6 de febrero de 2019

CUENTO CON PREPOSICIONES

Nuestro alumno Juan Antonio Agenjo Ruiz, del Nivel 1 D ha escrito este curioso texto:

las 8 de la tarde, tuve mi primera cita,
Ante un gran lago,
Bajo un bonito árbol,
Cabe las pocas hojas tenía ya,
Con un gran tronco,
Contra él estábamos apoyados,
De piedra me quedé,
Desde que allí el primer beso me dio,
En aquel árbol,
Entre sus ramas los pájaros observaban,
Hacia ellos el viento soplaba,
Hasta que empezó a llover,
Para refugiarse a otro lugar volaron,
¡Por fin ha parado de llover! dije yo,
Según pasaban los minutos nuestra ropa se secaba,
Sin ganas de irnos,
So pena que ya era tarde,
Sobre el suelo mojado y húmedo,
Tras un buen rato nos levantamos,
Durante 8 largos años seguimos viéndonos en aquel árbol,
Mediante el trabajo que me costó mantener aquel amor.


( La base es copiada de Julia Núñez Saiz, pero la historia es completamente inventada. Buen trabajo para repasar las preposiciones.)

lunes, 21 de enero de 2019

NUESTROS ALUMNOS RECITAN (II)

En esta ocasión, nuestro alumno Diego Caicedo del Nivel 1D, se lanza a recitan el célebre poema XV del poeta chileno Pablo Neruda:

lunes, 14 de enero de 2019

NUESTROS ALUMNOS RECITAN (I)

Hoy, Pedro Sánchez Elich, del nivel 1D, se atreve con este poema de Antonio Machado. Tanto el recitado como la composición del vídeo son de su autoría:

viernes, 11 de enero de 2019

SOBRE LA BIBLIOTECA DE NUESTRO INSTITUTO

Llamada al orden (Artículo de Mercedes Vinuesa, Nivel II DA1)

Unos días antes de las vacaciones de Navidad, nuestro profesor de Lengua y Literatura Antonio nos propuso ordenar la biblioteca del instituto y después de algunas explicaciones sobre cómo lo teníamos que hacer nos pusimos a la tarea.

Hicimos algunos grupos y bajo la batuta del profe empezamos con la misión. Sacamos los libros de las estanterías y llenamos las mesas con ellos, era gracioso ver a la gente de acá para allá con los libros en las manos, haciendo montones que colocábamos y descolocábamos, este libro así no, del revés, este antes que el otro, estos aquí y los otros debajo de los de más allá… Había muy buen humor y risas cuando no lo hacíamos del todo bien al principio porque nos liábamos, pero al final, como muchas veces pasa, a pesar de cierto caos inicial, acabamos haciéndolo bien.

Nos no dio tiempo a terminar con todo, ya que se nos echó el tiempo encima y lo dejamos para el día siguiente. Ahora el grupo se había reducido bastante, éramos tres chicas y Antonio. Terminamos con lo que quedaba y lo rematamos poniendo los números y las letras en su lugar correspondiente, a modo de guinda del pastel.

Nuestra biblioteca en la actualidad

¡Qué satisfacción ver el trabajo acabado al fin! Nos sentíamos orgullosos y contentos. Así que nos fuimos a tomar algo, a cuenta del profe ¡qué majo!

Pero antes de irnos a la calle me pasó algo curioso. Cuando salíamos del aula eché una mirada alrededor y asombrada me pareció ver que los libros me guiñaban un ojo, agradecidos de que los hubiéramos acariciado, tocado y mirado con curiosidad, y también esperanzados, también quieren ser queridos y apreciados. Porque ahora que lo pienso de objetos inanimados tienen poco o nada, tienen pensamientos emociones y sentimientos y están llenos de vida y de vidas.

Ordenada según la CDU

En fin, me fui pensando que son agradecidos y se dejan querer, solo hay que acercarse a ellos sin miedo y a cambio te van a dar todo lo bueno que tienen que no es poco: sabiduría, conocimiento, entretenimiento, belleza, libertad…

Para terminar me gustaría que la labor que hemos hecho se mantuviera por el bien de todos. Además, el orden tiene ventajas como son que ahorra tiempo, reduce el estrés y favorece la concentración. Creo que son motivos suficientes para que conservemos la biblioteca ordenada, ¿no os parece?

jueves, 10 de enero de 2019

EXCURSIÓN Y CRÍTICA TEATRAL (NIVEL II): PAREJA ABIERTA, por ÁNGEL BORGE PÉREZ

Aquel día, predispuesto a ser malo dada la fecha coincidencia de fecha Martes 13, fue cambiando para tornarse en una tarde maravillosa. Esos nubarrones negros que aceleraban la noche y que amenazaban con tormenta no pudieron con el espectáculo que presenciamos y la sensaciones que creo todos los presentes sentimos.

Para poner en situación a quien esté leyendo estas lineas indicaré que aquella tarde desde el instituto haríamos nuestra primera salida del curso para presenciar una obra de teatro. No empezaron muy bien las cosas ya que la clase anterior a la hora pactada para la salida se demoró más de la cuenta y tuvieron que venir a buscarnos para que pudiéramos llegar a tiempo a la representación. Una vez nos montamos en el autocar pude observar en el mismo la grandeza de materiales con los que estaba construido y el confort que ofrecía lo que me animó, ya que pensé que seria una tarde maravillosa.

Desafortunadamente teníamos que acudir al centro de Madrid un viernes por la tarde y todo indicaba que el camino, aunque no largo, sí sería pesado por el tráfico que suele haber en la ciudad a primera hora de la tarde un viernes; aunque, bueno, en realidad casi a cualquier hora y cualquier día.

Alumnos del nivel II DA1
Como estábamos tratando en clase el tema del Romanticismo intenté pensar que el viaje seria un viaje al pasado, al tan ansiado siglo XIX y que tenía un marco tan incomparable como la ciudad de Madrid y la zona centro donde tantas y tantas historias ocurrieron y tan bien fueron narradas. Una vez el carruaje (pongámonos un poco en situación) llego a su destino y nada más bajar del mismo, pude observar el incomparable marco de la Iglesia de San Francisco el grande con su cúpula, esa cúpula solo superada por la de la ciudad de Roma. La noche ya había caído y el cielo no mostraba ni una sola estrella, tan solo la amenaza de descargar tormenta en principio, y lejos de acelerar el paso por el apremio que deberíamos tener por llegar a la obra nos detuvimos unos cuantos del grupo para inmortalizar el momento. Me alegre profundamente de vivir en este siglo y no en el que me encontraba inmerso, ya que no nos haría falta una larga espera para que el pintor pudiera inmortalizar el momento, sino que esos magníficos aparatos que son los móviles harían el resto. Tras aquel pequeño parón nos alejamos un poco del grupo que ya se había internado por esa amalgama de calles estrechas y edificios de la zona donde todo era posible, desde un duelo de caballeros hasta un partida de cartas en algún oscuro lugar donde hubiera gente de malvivir. La visión de lo que creíamos eran unos de estos últimos personajes nos hizo acelerar al paso hasta llegar a nuestro destino.

Cartel de la obra
La entrada al edificio era pequeña, al igual que la calle, pero tenía un aspecto muy acogedor, ¡cuántas veces y en cuántas situaciones alguien habría traspasado aquella puerta dirigiéndose a su destino! Una vez dentro bajamos hacia esas cuevas tan típicas de otro tiempo en el cual creía encontrarme y donde al igual que cite anteriormente se podían imaginar todo tipo de escenas. Era momento de retornar al presente, ya que el tema de la obra en nada se parecía a lo vivido en la época en la que me encontraba, por lo que tras un mínimo chasquido me encontré con mis compañeras y amigas tomando un refresco para hacer tiempo, ya que finalmente habíamos llegado un poco antes de la hora. Volvimos a subir la escaleras de la cueva y entramos en un teatro que sí nos podría trasladar a los de la época, sobre todo por su tamaño y por la cercanía que tendrían los artistas hacia nosotros. Era un teatro de un tipo que no conocía y de un tipo que finalmente me dejo maravillado, me dirigí a la segunda o tercera fila y nos sentamos.

La obra “Pareja Abierta” de Dario Fo transcurrió durante unos setenta minutos. Los protagonistas hicieron un insuperable trabajo interpretativo, transmitían perfectamente humor y drama y a lo largo y ancho de la obra fueron convenciéndonos para esos aplausos finales más que merecidos. De hecho, y para dar más juego, interactuaron con nosotros y pudimos descubrir a nuestra compañera Marilyn, quien fácilmente puede acabar encaminando sus pasos hacia el teatro, ya sea profesional o aficionado, puesto que dio muestras de unas tablas que, aunque no adquiridas con anterioridad, sí pueden serlo en un futuro.

La obra finalizo más rápido de lo que me hubiera gustado, ya que si se hubiera duplicado su duración nada habría ocurrido. En un gran detalle de los actores y el director se sentaron para que los presentes pudiéramos satisfacer nuestra curiosidad y dudas al respecto de su vida y obras. Si antes habíamos descubierto una gran actriz ahora lo que se venía encima era igual de importante, ya que no sé si los presentes quedamos anonadados o bloqueados por la obra o cuales serian los motivos pero nadie preguntaba, hasta que David empezó a bombardear con preguntas una y otra vez a los profesionales para el disfrute de los allí presentes. Solo le faltó la libreta pequeñita y el lapicero ademas de un cámara para hacer un programa de cultura de esos de la 2. La charla y las preguntas fueron muy satisfactorias para todos y creo que gracias al periodista pudimos llevarnos mucha información.
Alumnas de nivel II en la parte subterránea del teatro

Nos disponíamos a salir del teatrillo, (no se tome como despectivo) y a dirigirnos nuevamente a la oscuridad de esas calles castizas antes citadas, no había tiempo para poder viajar al siglo XIX nuevamente, ya que la falta de tiempo hacía que el viaje al pasado no pudiera ser tan largo como yo desearía. Con lo que me quedo es con que debo volver a la zona sin prisa y en una tarde similar para realmente volar al pasado, dada esa falta de tiempo indicar que fuimos por las calles que habíamos vuelto entre risas comentando lo que nos había gustado a todos la obra y con la idea de realizar propuesta para repetirlo cuanto antes y cuantas veces fuera posible.

Nos subimos en el autocar y poco a poco la magia empezaba a desparecer, me enfrentaba nuevamente a la realidad, a esa realidad que como la tormenta para mí ahora es algo oscura y de la cual lucho para salir.

ÁNGEL BORGE PÉREZ

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